viernes, 3 de octubre de 2014

MI AUTORRETRATO LINGUÍSTICO 

Desde muy pequeño mi lengua materna ha sido el castellano, con el paso del tiempo y a medida que iba creciendo he ido aprendiendo el uso de nuevas y complejas palabras para poder utilizarlas en la vida cotidiana.

Cuando era peqeñito tuve la posibilidad y el privilegio de poder aprender el asturiano, ya que mi abuelo por parte de mi madre, lo domina a la perfeccion, me enseño las palabras basicas y para poder defenderme si algun día me surgía la opción  de ir a Asturias, pero por desgracia este dialecto se me olvido hace muchos años, mi memoria no es mi mayor virtud... 

Más adelante en primero de primaria empece con el inglés, me enseñaron lo típico... contar, los colores, los animales etc. A medida que pasaban los años seguía con el estudio del inglés y ya fuí adquiriendo conceptos más complicados pero mas o menos me puedo defender en la calle en un futuro con esta lengua.

Cuando fuí cumpliendo años y tuve la oportunidad de ir a diferentes paises donde se hablaban lenguas muy variadas y muy bonitas sonoramente, mi primer país fué ITALIA, una ciudad con una belleza inmensa y un idioma muy alegre, en este viaje aprendi algo de italiano aunque ahora no me acuerde de mucho... otro pais al que viaje fué FRANCIA donde no aprendí absolutamente nada, el último pais en el que he estado ha sido el REI,NO UNIDO precisamente en el intercambio del instituto donde me defendí bastante bien.

También he podido viajar a Cataluña donde aprendi algunas palabras ya que mi abuelo paterno vivió allí durante varios años y dominaba el catalán a la perfección.

1 comentario:

  1. Jaime, observo por tu parte una relativa preocupación en que tu trabajo sea bueno, más que bueno, expresándote de un modo en que no recordaba haberte leído hasta ahora, formal, correcto, etc., y por ello la lectura de tu autorretrato ha resultado muy agradable y te felicito. No obstante, sabes que todo buen escritor (y un buen periodista es un buen escritor) no debe cometer faltas de ortografía porque su herramienta de trabajo (de igual forma que la mía es la pizarra, el cañón, la voz...) es la palabra. La palabra correcta, bien escrita. Tienes que corregirte, autocorregirte, solucionar todos esos errores ortográficos que cometes, porque tu expresión mejora, y sustancialmente, pero la ortografía no puede quedar rechazada en un segundo plano.

    Uno de los errores que observo y resultan más terribles, por la proliferación de fallos, es la acentuación. Existen numerosas páginas en internet en las que puedes repasar las reglas generales de acentuación (de agudas, llanas y esdrújulas) y las reglas de la tilde diacrítica. Son pocas, y su aplicación es más o menos regular. No las descuides. No puedes dejar tantas palabras sin acentuar y tampoco puedes acabar acentuando palabras como "fue" o "fui". La ortografía, en un texto escrito, Jaime, es la forma en que te presentas ante un público que va a leerte, y no puede salir corriendo espantado, ni puedes dejar su solución para un mañana o un pasado: tienes que encargarte de ello ya.

    Confío en que tu próximo trabajo me sorprenderás, pero no solo por la expresión empleada, sino por la ortografía del mismo. Realmente tengo esperanzas en que serás un buen periodista, que leeré tus textos, y que me vanagloriaré en público de que yo te quité tus últimas faltas de ortografía, ja, ja, ja. No me dejes en mal lugar. Ánimo.

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